miércoles, 2 de septiembre de 2009

Algunos poemas de Alda Merini



Pensamiento, yo no tengo más palabras.

Pero ¿tú qué eres en sustancia?

Algo que a veces llora,

y a veces da luz.

Pensamiento ¿dónde tienes las raíces?

¿En mi alma loca

o en mi regazo destruido?

Eres tan valiente, voraz,

consumes cada distancia;

dime para que yo me retuerza

como ya hizo Orfeo

mirando a su Eurídice,

y de este modo pueda perderte

en el antro de la locura.


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Locura, mi joven y gran enemiga,

algún tiempo te llevé como un velo

en mis ojos, al conocerme apenas.

De lejos me viste, como blanco tuyo

y pensaste que yo sería tu musa;

cuando empezó la pérdida de dientes,

que aún me aflige entre tanto despojo,

compraste la manzana del futuro

para darme el fruto de tu fragancia.


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Mis huellas digitales

tomadas en el manicomio

han perseguido mis manos

como un gemido que subiera la vena de la vida,

aquellas malditas huellas digitales

han sido registradas en el cielo

y vibran junto, ay de mí,

a las estrellas de la Osa mayor.



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El manicomio es una gran caja de resonancia

y el delirio se convierte en eco

el anonimato medida,

el manicomio es el maldito Monte Sinaí,

sobre el que recibes

las tablas de una ley

que los hombres desconocen.

1 comentario:

Maritza dijo...

ME REFLEJO EN SU POESÍA GRAVE Y PROFUNDA.

FELICIDADES.

MARITZA ÁLVAREZ.