...La respuesta que provocó la lectura del “Ulises”
Tomado de Pijamasurf
Querido señor,
Su Ulises le ha presentado al mundo un problema
psicológico tan pesaroso que he sido llamado repetidamente como una supuesta
autoridad en materias psicológicas.
Ulises probó ser una nuez excesivamente dura
de roer y ha forzado a mi mente no sólo a los esfuerzos más inusuales, sino
también a peregrinaciones más bien extravagantes (hablando desde el punto de
vista de un científico). Su libro como un todo no me ha dado descanso de
dificultades y lo estuve revisando por tres años hasta que logré sumergirme en
él. Pero debo decirle que le estoy profundamente agradecido a usted al igual
que a su gigante opus, porque aprendí muchísimo de él. Seguramente nunca estaré
muy seguro si lo disfruté, porque significó demasiado estrujamiento de nervios
y de materia gris. Tampoco sé si usted disfrutará lo que yo he escrito acerca
del Ulises porque no pude evitar decirle al mundo
cuánto me aburrió, cuánto refunfuñé, cómo maldije y cómo admiré. Las 40 páginas
de texto corrido del final es un hilo de verdaderos duraznos psicológicos.
Supongo que la abuela del diablo sabe tanto así de la psicología real de la
mujer, yo no lo sabía.
Bien, sólo trato de recomendar a usted mi pequeño
ensayo, como un intento divertido de un perfecto extraño que perdió su rumbo en
el laberinto de su Ulises y por pura buena suerte logró salir de
él. En todo caso, en mi ensayo usted podrá darse cuenta de lo que Ulises le hizo a un psicólogo supuestamente
balanceado.
Con la expresión de mi agradecimiento más profundo,
quedo, querido Señor,
Sinceramente suyo,
C. G. Jung
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